jueves, 8 de enero de 2009

Resumen de "La fuerza del optimismo"

- En este libro, Luis Rojas Marcos nos cuenta como viéndose agobiado por sus problemas en el trabajo, decide visitar un hospital de los que tiene a su cargo. En una habitación conoce a Robert, un ingeniero que ha sufrido un accidente y a pesar de las grandes secuelas que le ha ocasionado, ve la vida con optimismo y se siente afortunado. Esta aptitud hacia la vida y los problemas le lleva a pensar y a investigar sobre el optimismo, dándose cuenta de dos cosas muy importantes: primero, que el pensamiento positivo posee un inmenso poder reparador y segundo, que la esperanza abunda entre las personas más de lo que nos imaginamos.
Indagando sobre la raíz del optimismo se puede observar como nuestros antepasados de hace cuatrocientos milenios ya desarrollaban la aptitud optimista al enfrentarse a tantas adversidades en la lucha por la supervivencia y de como influye esta aptitud en el progreso de las civilizaciones. Nos enseña como dependiendo del enfoque que le demos a las cosas pueden llegar a ser agradables o no; a ver la botella medio llena o medio vacía. Como la persona pone en marcha mecanismo de defensa para que las adversidades no la undan en la miseria y la desgracia.
Nos habla de la influencia tan grande que tiene en nuestra forma de enfocar la vida, que aunque en los genes ya nos viene implícita esta aptitud, influye mucho el entorno en el que vivimos, la infancia que hayamos tenido, la vida en familia...
Hay innumerables aspectos que condicionan nuestra aptitud positiva. Las religiones es una de ellas, independientemente de la creencia que se procesa. La persona creyente tiene esperanzas de vivir mejor o de estar mejor tras la muerte, lo que la hace predispuesta a ideas positivas.
La cultura, la política, el país donde se vive... todo esto influye en las personas. Está demostrado que en países donde hay una democracia las personas se sienten más libres y seguras y fomentan el optimismo. En los países más desarrollados,donde hay más esperanza de vida y mejores espectativas de futuro, las personas tienden por lo general a ser optimistas.
También es cierto que existen los venenos del optimismo, que se encargan de destruir a la persona como ocurre con las enfermedades crónicas, donde el paciente ante el dolor no ve una mejoría o sabe de antemano que su enfermedad no tiene cura.
Lo mismo ocurre con las depresiones que es la lacra del optimismo, anula a la persona, esta ya no tiene interés por nada, nada le gusta ni le ilusiona, se siente culpable de sus desgracias y todos sus pensamiento son negativos. Le inunda una gran tristeza y en más de una ocasión ronda por su mente la idea del suicidio.
Como conclusión final pienso que Luis Rojas Marcos deja muy claro que el optimiso es una aptitud con la que se nace, o la podemos aprender,pero que no debemos dejar de cultivarla durante toda la vida, por esos estudios que demuestran que indistintamente de la edad que se tenga, los pensamientos positivos y la esperanza ayudan mucho a las personas a sobrellevar cualquier adversidad con la fuerza del optimismo.

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